El plástico se ha convertido en una comodidad increíblemente dañina, que ahora amenaza la salud ambiental y humana por igual, y en más de un sentido. En vista de que estamos cerca del Día de la Tierra, hoy es el mejor momento para analizar el impacto que el agua embotellada ha tenido en nuestro planeta.
Las principales marcas de agua embotellada están contaminadas con partículas de plástico que probablemente se filtran durante el proceso de envasado, según un estudio realizado en nueve países y publicado el miércoles.
Las pruebas revelan que el agua embotellada contiene casi el doble de partículas microplásticas por litro que el agua del grifo. Se cree que la contaminación se origina en el proceso de fabricación tanto de las botellas como de las tapas.
Los investigadores analizaron 259 botellas de 11 marcas populares de agua embotellada con el fin de identificar la presencia de plástico microscópico. En promedio, el agua embotellada analizada contenía 325 piezas de microplástico por litro. Solo 17 de las 259 botellas no mostraban evidencia de partículas microplásticas, y ninguna de las marcas demostró consistentemente no tener contaminantes plásticos.
Entre los restos de plásticos hay polipropileno, nylon y tereftalato de polietileno (PET), usado para hacer tapas de botellas. De media, los investigadores encontraron en las botellas de un litro de agua 10,4 partículas de una medida cercana a los 0,10 milímetros.
En respuesta a estos hallazgos, la Organización Mundial de la Salud se ha comprometido a emprender una revisión de inocuidad con el fin de evaluar los posibles riesgos a corto y largo plazo que conlleva consumir microplásticos en el agua.
Un informe de la Oficina Gubernamental para la Ciencia del Reino Unido advierte que los desechos plásticos que ensucian los océanos del mundo –el 70 % de los cuales no se biodegrada– se triplicarán para 2025 a menos que se tomen medidas radicales para frenar la contaminación.
Se desconoce el alcance de los riesgos que representan estas partículas para la salud humana.
Jacqueline Savitz, directora para América de Oceana, una ONG que lucha contra la contaminación del océano, dijo que el estudio proporcionaba una razón más para limitar la producción de botellas de plástico de agua.
«Es más urgente que nunca hacer que las botellas de plástico sean cosa del pasado», declaró Savitz, que no participó en el estudio.